miércoles, 15 de mayo de 2013

CARITA FELIZ:

 (...para dejar salir una sonrisita)                                                                                                            No. 1

"LOS INTOCABLES"



El Inspector y el Sargento entraron a la tasca como lo hubieran hecho dos personajes del cine americano. Hicieron acuciosas e incomprensibles preguntas, miraban a todas partes y se movían con la elasticidad de un gato. 

 
Finalmente se sentaron, y con los ojos fijos en la puerta, como si esperaran a Carlos "El Chacal" en persona, pidieron un par de cervezas.



-¿Problemas?, le preguntó un cliente al barman.
-No; prevención de la crítica –respondió éste-, crisis del poder judicial.
-No comprendo, ¿cómo es eso?
-¡Bueh…! Es una práctica ingeniosa –dijo el barman sonriendo-; hacen esto dos veces por semana para poder beber durante el servicio.



...Hasta la próxima sonrisa.
 


sábado, 11 de mayo de 2013

HORTICULTURA: 1º entrega.

Hablemos con propiedad.
HORTALIZAS


El término hortalizas se refiere a un conjunto de plantas cultivadas generalmente en huertas o regadíos, que se consumen como alimento y que incluye a las verduras y a las legumbres verdes (habas y guisantes). Las hortalizas no incluyen a las frutas ni a los  cereales. Sin embargo, esta distinción es arbitraria y no se basa en ningún fundamento botánico. La RAE no reconoce esta taxonomía, y circunscribe esta acepción a los cultivos realizados en un huerto.

VERDURAS: ¿Qué es qué?

Las verduras son las partes comestibles de las plantas cuyas hojas son de color verde. El vocablo verdura no es de carácter científico, tratándose de una denominación popular con un significado que varía de una cultura a otra.
Se pueden clasificar las verduras por la parte  de la planta dedicada a la alimentación humana:

Semillas: guisantes, caraotas, frijoles, quinchonchos, judías verdes (leguminosas).

Raíz: nabo, rábano, zanahoria, yuca, remolacha, apio (arracacha).

Tallo: puerro (ajoporro), espárrago, palmito, cebollín.

           Rizoma: Jengibre, cúrcuma.

           Tubérculo: papas, batatas, ñame.

           Bulbos: ajos, cebollas, hinojos.

Hoja: acelga, apio españa, cardo, orégano, albahaca,, espinaca, lechuga.

Flor: alcaparra, coliflor, brócoli, repollo.

Fruto: berenjena, calabacín, calabaza, pepino, pimentón, ají, tomate, pimienta, aguacate.

Brotes: alfalfa (brote de harbácea), alcachofa (brote de flor). 


¿Y hay verduras que no son verdes? Sí, considerando que no siempre comemos las hojas de una planta sino otras partes, que se ven afectadas por distintos pigmentos. Aquí tenemos verduras verdes, anaranjadas, moradas... y las sustancias responsables de estos colores:

Clorofila         Sustancias caroteniodes       Antocianina
 

jueves, 9 de mayo de 2013

DELICIAS: Periquito Australiano


¿Quién rechaza una arepa o una tostada con un exquisito perico criollo o un buen revoltillo de huevos con chorizo o jamón? ¡Nadie en su sano juicio! El periquito criollo tradicional suele prepararse con tomate y cebolla... y el de nuestras abuelas suele ser el que más nos gusta.
Sin embargo, a veces nos entusiasman los sabores más fuertes e intensos, y recetas más atrevidas; es por ello que hoy les presento un periquito menos tradicional pero irresistible al paladar: el PERIQUITO AUSTRALIANO, que en lugar de tomate y cebolla, lleva cebollín y ajo.
¡Disfrútenlo!

Ingredientes:
8 huevos de gallina.
Cebollín (unos 3 ó 4  ramilletes individuales) 
Ajo macerado en aceite (aprox. 10 dientes).
2 cucharaditas de aceite de oliva (mejor x-virgen)
1 cucharada rasa de azúcar.
Agua mineral.
Sal al gusto.

Preparación:
Es importantísimo que el ajo esté bien macerado en aceite con un mínimo de 2 meses si es casero, de lo contrario el fuerte sabor del ajo en esa cantidad predominará excesivamente en el plato y no se sabrá qué se está comiendo (además de ajo). Estos 10 dientes más o menos, se picarán finamente. Asimismo se picará finamente el cebollín, y se mezclarán ambos picadillos en un bol.
Un chorrito del aceite donde se ha macerado el ajo se colocará en un sartén antiadherente y se calentará suavemente, luego de lo cual se le agregará el picadillo y la sal y se sofreirá justo hasta que el cebollín se dore sin quemarse. Dado que tanto el ajo como el cebollín se queman muy rápido, la llama no debe estar muy alta y no debe descuidarse la cocción, ya que el cebollín no tardará en ennegrecerse.
Inmediatamente agregue los huevos y mientras los revuelve en el sartén, agregue la cucharada rasa de azúcar y el aceite de oliva, revolviendo constantemente. Cuando el perico comience a secarse, agregue de 3 a 4 onzas de agua y siga revolviendo. Esto permitirá que el perico quede algo jugoso, pero no aguado o viscoso. Asegúrense de que el perico no se pegue del sartén, raspando siempre el fondo del sartén mientras se cuece todo.
Cuando esté a punto retire inmediatamente del fuego y sirva con su guarnición predilecta.

Tiene permiso de chuparse de los dedos, no diremos nada. ¡Buen provecho!

sábado, 4 de mayo de 2013

Homenaje a... HORACIO QUIROGA.



Como en casi todos los casos... es el tiempo el que glorifica. Aunque popular en vida, se criticó a Quiroga por la notable influencia que recibiera de escritor y poeta norteamericano Edgar Allan Poe y del escritor británico Rudyard Kipling, entre otros, a quienes admiró y tomó como a sus maestros, principalmente al primero. Esto nunca le importó, como hoy tampoco nos importa a sus fieles lectores, y menos aun a quienes sienten en la actualidad que es el  propio Quiroga el maestro, el maestro cuentista, el maestro del dolor. Nacido en 1979, su literatura magistral se apoyó ciertamente en sus duras y trágicas experiencias: la ausencia de su padre (muerto accidentalmente por un disparo de escopeta), la muerte prematura de dos de sus hermanos (quienes sucumbieron ante la fiebre tifoidea), el homicidio involuntario que cometiera él mismo contra su amigo Federico Ferrando mientras revisaba un revólver cargado, el suicidio de su primera esposa, Ana María; todos sus desamores, su vida en la selva, su controversial cotidianidad. En su última hora, sin embargo, Quiroga tomó el mando frente a sus dolores. Siendo víctima de un terrible cáncer prostático, decidió acortar su sufrimiento con la ayuda de un reciente y desafortunado amigo, Vicente Batistessa. En la madrugada del 19 de Febrero de 1937, el gran cuentista bebió un vaso de cianuro. Agudos dolores le despidieron por breves minutos, tras lo cual ya no sufriría nunca más... al menos en este plano. Para quienes creemos que la existencia humana ocupa más de una dimensión, la gloria persiste, y tal vez el dolor también, pero la grandeza del arte y el raudal de talento trasciende al tiempo y a todas las miserias.

Para abrir este ciclo literario -por primera vez ajeno en este espacio a mi propia autoría- no publicaré su cuento más famoso, sino uno de los más inherentes a la Eva común. El Solitario, una obra que deja al descubierto una fracción simple de frustración mundana de hombres y mujeres. Y en cada oración... el brillo de los diamantes. Disfrútenla.