sábado, 22 de septiembre de 2012

Historia Semanal.


En mis comienzos, una vaporosa carga de estremecimientos y ahogo se expresa en un inevitable ardor envuelto en mi húmeda contención. Excitada tal vez por una palabra, un pensamiento, un recuerdo… el vapor se condensa y la carga es mayor. Ahora es imposible detener las olas en la bahía. Me escurro y me dejo caer, me desplazo silenciosa y rápida, huyo en loca carrera, en libertad, desnudez y rebeldía.
Hallo mi primer encuentro con la almohada, una hoja de papel, la camisa de un buen amigo, el propio abdomen de quien me llora o sus avergonzados dedos. Empero, destruída como gota, sigo existiendo como lágrima. Sigo húmeda, ahí donde he caído, gritando de emancipado dolor.

Se inicia entonces mi agonía; mi martirizada muerte. Me imagino mi desvanecimiento como un hecho inútil, tan inútil como mi nacimiento mismo. Más tarde me entrego al delirio, a la desesperación. ¡Me estoy secando! …y quisiera renegar de la tristeza que me produjo, quisiera ser una heroica lágrima de alegría..! …pero la frustración de no serlo me ridiculiza y se acelera mi angustia. Me hago más rebelde… no quiero desaparecer y al mismo tiempo me niego a mí misma.  

Implacables segundos me extinguen, me pierdo en el aire, me elevo, me río… muero.

Estoy seca, pero viva en mi razón de ser; he contribuído a la huida del dolor, el odio, la soledad y el vacío. Ahora soy de gran valor… soy pura, sutil, sublime.


Shirley Arnao.


sábado, 15 de septiembre de 2012

Cambiando de tema...

Esta vez no es una pintura que refleje una realidad social, ni un abstracto que retrate la psiquis del artista. Es sólo una vuelta atrás en una página cualquiera. He vuelto.



Título: «Retorno»
Técnica: Óleo sobre tela.
Medidas: 60 x 80 cms.
Shirley Arnao B.

martes, 11 de septiembre de 2012

Conjugando el verbo MALTRATAR...


El maltrato a la mujer, violencia doméstica, a la mujer ni con el pétalo de una rosa... y ahora a traducirlo a mil idiomas. Es un tema sonado y duro, más popular que el maltrato a los ancianos y a los animales. Así que, antes de continuar, es necesario decir que la mujer también maltrata, a su manera, con estilo propio. Claro está, ningún maltrato se justifica; no se trata de ver quién maltrata más ni si uno es consecuencia de otro; ni siquiera se trata de si son merecidos o no, lo cual deja la puerta abierta para mencionar a los niños, que también son maltratados y por cierto, también son suceptibles de maltratar.

Las razones por las cuales se maltrata a alguien parecen infinitas, pero no lo son. En realidad son muy pocas y a veces las mismas, en contextos diferentes. La gente maltratadora es, sin lugar a dudas, alguien que ha sido maltratado o con un sentimiento espantoso de inseguridad, o ambas cosas inclusive. Lo primero conlleva a la repetición de un eslabón que forma una espantosa cadena, generación tras generación con sus variantes y rupturas; lo segundo, por sí sólo, podría denominarse como "el primer eslabón", pero son los casos menos conocidos. Cuando nos preguntamos: "¿por qué fulano es así, si jamás sufrió maltrato?", casi nunca sabemos si en realidad lo sufrió de una forma menos visible, porque éste no fue necesariamente físico, y casi nunca sabemos si la falta de seguridad y dominio sobre sí mismo conduce a una persona a ocultarse detrás de la fachada de dominio sobre otros a través del maltrato. Lo cierto es que, cuando se habla de este tema, siempre nos imaginamos a una mujer golpeada con el rostro lacerado, o a un niño amoratado, triste y cuajado en llanto; nunca nos imaginamos a una mujer ridiculizando a su marido, ni nos acordamos del niño que maltrata a su hermanita o que destruye su osito de felpa; no reparamos en la dama incapaz de darle paso a alguien en la calle (sobre todo a otra mujer), y mucho menos en el jefe o la jefa que maltrata con tanta comodidad a su propio(a) asistente. Ahora bien, ¿por qué, POR QUÉ, el maltrato??? Por favor, no me respondan cosas como: "es que la gente trata como fue tratada" ...porque estaríamos devolviéndonos al principio de este párrafo y cayendo, en consecuencia, en un ciclo sin fin. Mucha gente que fue golpeada no golpea, y viceversa. La verdadera y subyacente pregunta es: "¿qué está sucediendo dentro de mí cuando maltrato?" Sí, he pasado al verbo y cambiado a primera persona la oración, porque no pretendo excluirme del fenómeno. También aprendí y di estilo propio al maltrato, y me temo que sólo hasta ahora, cuando soy mi propio objeto de estudio, entiendo que cambiar el modo, intensidad y objetivo para mis maltratos, no me hace precisamente una heroína.


EXAMINEMOS UN POCO ESTAS AFIRMACIONES:

El hombre abusador de su fuerza física y por cierto maltratador, golpea a su mujer y a sus hijos. Bueno, pues, esto tiene sus bemoles, porque el señor X no tiene condiciones físicas de las cuales abusar frente a su mujer, por eso sólo golpea indiscriminadamente a sus pequeños hijos. Mientras que el corpulento señor Y, mima en demasía a sus hijos pero le grita a su mujer todo el día y la golpea una vez a la semana.

Hay una madre aterrada por el rumbo que ha tomado su relación de pareja (que se encamina ya a un maltrato de crecimiento exponencial), y termina maltratando a sus hijos de forma constante y diversa. ¿Lo sabe acaso? ¿En qué nivel de conciencia están sus acciones? Hay espacio dentro de su desgracia como mujer para venir a analizar cómo repercute eso en su aplicación de medidas disciplinarias?

Hay una maestra que etiqueta constantemente a sus alumnos, hay un profesor que ignora de ex profeso las necesidades de un joven estudiante en su curso, hay un jefe que grita y acosa permanentemente a su subalterno, hay un niño dedicado a mutilar gatos, hay una vecina que deliberadamente ensucia el jardín de al lado y una compañero de trabajo que genera chismes, injurias y mala reputación en todo lo que hacen otros. Hay quienes miran de una forma extraña que provoca incomodidad o miedo, y aunque no gritan ni golpean, dicen lo que sienten (y lo que no sienten) de forma intimidante o descalificadora. ¿Todos fueron golpeados? No. ¿Todos fueron maltratados? Sí. ¿Todos repiten sus patrones de maltrato? No. ¿Todos siguen maltratando? Sí. ¿Todos se sienten, en alguna medida, inseguros? Sí. Y además:. ¿Todos lo reconocen? Por supuesto que no. De lo contrario no estaríamos hablando de inseguridad. El orgullo es un tema aparte. La verdadera razón por la que casi nadie reconoce el origen de sus maltratos es porque se sienten inseguros y vulnerables. ¿A qué? Al sentimiento de culpa, al juicio de otros, a la mácula de su imagen, y aunque esto lo reconozcan menos aun, a verse envueltos (de verdad) en el doloroso y profundo proceso del perdón. Nada es más atemorizante que hurgar en los abismos del YO. Mucha gente aconseja (y hasta hacen dinero fácil) hablando hasta por los codos del perdón y la introspección. En el 99% de los casos no es más que el desierto de Atacama rodeado por todos los océanos del planeta; es decir, "veo perfectamente el agua de la que no poseo una gota". ¿Estoy exagerando? Un poco, si acaso, pero me defiendo para mis adentros pensando en la población del mundo (que ronda los 7 mil millones de personas) y sólo conozco a un Mahadma Ghandi, a una Teresa de Calcuta y a un Nelson Mandela, por ejemplos, que para mí no son lo que son porque sean famosos estén vivos  o no, sino porque estoy segura de que ninguno de ellos habría hecho lo que hizo en su respectivo contexto si no se hubiese adentrado en mucho en el ser humano que era o es. 

Entonces, una mujer que vio a su padre maltratar a su madre (de cualquier forma), tendrá una marcada tendencia a dejarse maltratar por su marido. ¿Maltratará a sus hijos? Eso no puedo asegurarlo, aunque hay una salida rápida: SÍ. ¿Maltratará a otros? Tampoco puedo asegurarlo (aunque sigo viendo la salida rápida). Pero supongamos que no maltrata a nadie... ¡a nadie! Hay al menos una persona a la que sí maltratará: a sí misma. Y esto no es una salida rápida, es un hecho express. Se maltratará permitiéndolo, sintiendo que lo merece, o sientiendo que no lo merece pero no tiene el valor de confrontarlo, lo cual la conduce al mismo hecho: lo merece porque es una cobarde. Una mujer así no siente que es una santa mártir (tal vez sólo mártir); siente que no vale mucho -o nada-, y eso la distingue de Teresa de Calcuta, quien no tenía problemas de autoestima. En pocas palabras, ser maltratada y no hacer algo al respecto -lo que sea- no nos hace buenas, nos hace propensas al cáncer y eventualmente a una muerte más rápida y brutal en algunos casos, cuando hay violencia de por medio. En cuanto a los hijos no hay que esperar mucho para ver los resultados. ¡Cómo si no fuera suficiente la violencia que cunde y domina todo su entorno!  

domingo, 9 de septiembre de 2012

ALTERNATIVAS DE HOY

Soy de las que no logra botar un traste sin culpa, y de las que guarda envases de refresco, y de las que recoge tubos de cartón en la calle... y pare de contar. Pero también soy de las que se levanta por las mañanas como "Cerebro", tratando de conquistar el mundo, con un Pinky en el bolsillo, lo cual acelera la creatividad, sin duda.  Ésta es la historia de una de esas mañanas, con los días que le siguieron, que no fueron muchos. Este golpe creativo sirve para hacer una casita de juegos o de lectura para niños, e incluso un teatrino... ¡o lo que se les ocurra!
Pueden comentar y preguntar, y por supuesto, divertirse.


Primero... recopilar y pegar.

 

jueves, 6 de septiembre de 2012

No hay modelo como ella...

 
  Aunque no era más que una sencilla cámara fotográfica de mano, para la Luna resultó irresistible salir a posar.

Foto: Shirley Arnao

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Historia semanal.

El viaje era tan largo que Inés quizá no podría regresar. Aun así, aquella mujer seca que logró encontrar una gota de vida en el futuro que la apremiaba, se hallaba cerrando el presente y exhibía para sí misma aquella vital gota como un diamante en manos de un mendigo. Abandonaba todo para ir a refugiarse en su mayor y más maravilloso sueño: el amor.
- Espero que no sea demasiado tarde -se dijo-, soy joven todavía, aunque tenga los ojos cansados. Cansados, sí; de ver tanta desidia en algo tan sencillo como una caricia. ¡Dios mio! Un gesto sensible, ¿alguna palabra graciosa tal vez..? Inés pensaba en su marido, quien se quedaba atrás junto con todo el pasado de ella, sus días gloriosos y sus años muertos llenos de pesadumbre.
 
Pero todo eso cambiaría. El amor no tocó a su puerta, por así decirlo; la asaltó en una esquina y la arropó por completo, hizo que toda su vida pasada hoy quedara reducida a un puñado de cenizas, esta vez sin dolor. Había sucedido rápidamente, sin sabor, sin lamentos. Los ojos de Inés han recobrado su brillo y están dispuestos a ver. El amor la llama y ella acude, simplemente. Ahora que nada lleva consigo para ir tan lejos, renuncia a todo cuanto era su vida y espera en un terminal de pasajeros a que su amor llegue para partir. ¡Está tan feliz! ¡Y cuán fácil es serlo! Sin culpas, sin euforia, sin palabras. 

Geometría rebelde...

Título: "Místico e irreverente"
Técnica: Acrílico
50x69 cms.
Shirley Arnao B.
Si tuviera que vivir "a juro"...
me dejaría morir tranquilamente.

martes, 4 de septiembre de 2012

Definición de la semana: MUJER.

Una mujer es un ser complejo y contradictorio, incomprendido y a veces incomprensible.

Una mujer es sinónimo de misterios y secretos aunque sea transparente; es un inusitado silencio en los labios y un grito feroz en la mirada.
Sólo una mujer reza en el mercado y critica en la iglesia, y sólo una mujer puede consolar a quien no desea consuelo.
Quien ama a una mujer encuentra complicada la vida, para una mujer que ama es complicado el amor.
Ser mujer es un hecho inefable, proverbial e indiscreto; es una ópera perpetua e inconclusa, y a veces un extraño coro en una sola voz.
Sentir como una mujer es interpretar al mar bravo en la resaca de sus olas mientras lame apacible la arena en la playa; sensible y fuerte a la vez, arrulla y ahoga todos los lamentos.
Pensar como una mujer es resolver sobre un mantel una inexpugnable ecuación; y es trazar sobre una hoja una nimia cuenta sin solución.
Una mujer es guitarra y musa, puñal y lirio, arco y flecha, lava y espuma. Una mujer es vital y mortal; fuego, ceniza y yesca en las manos de Dios.

...Una mujer es un ser complejo y contradictorio, incomprendido y a veces incomprensible. 


                                                                                                         Shirley Arnao.

Derecho de pernada.

Tristeza y resignación en el rostro de una realidad que en algunas partes del mundo todavía es una práctica frecuente. 
"Derecho de Pernada"
Técnica: Óleo
55x70 cms.
Shirley Arnao B.